23 mar 2009

Zapatos de vértigo

16 mar 2009

No me centro

Sé que si el endogámico virtual por excelencia se pasa por aquí me va a pegar una gran bronca, básicamente por convertir este blog en “El diario de Blondie”, pero como diría el ya muy añorado Pepe: “es lo que tenemos los solteros, que no nos centramos”.

No sé qué quiero, ni a dónde voy, ni para qué, ni cuándo ni con quién. No es qué escribirlo aquí me suponga encontrar alguna respuesta, pero algo ayuda.

La semana pasada viví un auténtico espiral de no parar, que me divirtió sí, pero me ha dejado para el arrastre, afónica y con todavía más barullo en la cabeza. Supongo que todos los pensamientos que conseguí ignorar gracias a la hiperactividad, se quedaron agazapados esperando el momento, y desde luego, no hay mejor ocasión para atacarme que un lunes espeso.

13 mar 2009

Guadiana

Aparece en mi vida cuando le da la gana y se mete en mi cabeza, tan adentro que consigue ser el centro de mis pensamientos, y volverme imbécil, porque con él meto la mata de todas las maneras posibles. 
Sin explicarme porqué ha venido, se va, y me paso mucho tiempo intentando olvidarle. 
Cuando parece que voy a conseguir borrarle, vuelve y no sé hacer más que recibirle con los brazos abiertos, y dejar que, sin darse cuenta, me haga más daño del que me han hecho nunca.
Esta noche he vuelto a permitirle, sin darse cuenta,  pisotear el castillo de arena que su sola llamada había hecho que  me construyera.
Lo peor es que lo único que centra ahora mis pensamientos es si va a querer volver a quedar conmigo.

2 mar 2009

Pepe, seguiremos riendo

La muerte de Pepe Rubianes nos ha dejado el corazón triste a todos, pero a la vez, pensar en él, supone recordarle, y ponerse a reir. Estoy segura de que todo ese bienestar que nos ha causado, le llegará esté donde esté.
Para que sigais riendo, aquí podeis encontrar su obra "Rubianes solamente", Pepe en estado puro.

Como pasar de la miseria al júbilo en un segundo

Que suene el teléfono y sea él.

Para compensar lo idiota que me siento, os recomiendo un cuento de Dorothy Parker titulado “Una llamada”, que refleja a la perfección ese estado de espera.