2 jul 2009

Huellas de orejas en mi puerta

Después de 33 años cerrando la puerta de casa de un golpe, el sábado mi teoría de "no paso la llave, que total si quieren entrar, entrarán y sólo conseguiré que me destrocen la puerta", se vio arrasada.
Unos individuos o individuas (no sé por qué siempre pensamos en ladrones masculinos y hay de todo en la viña del señor) quisieron entrar, y entraron. Registraron mis bolsos, mis cajones, mis estanterías, mis armarios y mi joyero, y desparramaron todo su contenido por el suelo. Supongo que les hubiera hecho ilusión encontrar euros frescos y que se hubieran ahorrado el esfuerzo si hubiese colgado en la puerta el letrerito de "Estimados/as cacos/as. No hay un euro en efectivo en toda la casa. No hace falta desordenarla más de lo que ya está. Gracias".
A pesar del disgusto de buscar en vano, fueron amables y no se llevaron ni mi portatil ni mi bisutería más preciada (sentimentalmente hablando) y tampoco destrozaron nada.
Desde aquí, se lo agradezco publicamente, y les adelanto, que a partir de ahora, he decidido pasar la llave con dos vueltas, que puestos a que me destrocen la puerta, al menos que les cueste un poco más.

1 Comments:

Anonymous mjjulieta said...

bien pensao. ta luego.

19/7/09, 16:09  

Publicar un comentario

<< Home