¡Guapetón!

Ampliando el equipo Blond

Sigo buscando becario. Bueno, abogado junior para concertar un convenio universidad-empresa, que es lo que pongo en la oferta a ver si así les animo a que se apunten. Ya me conocen en las bolsas de practicas de todas las facultades de Derecho, hasta en la UOC. El nivel de confianza ya da asco, sobretodo cuando se descojonan literalmente mientras afirman que no encontraré a nadie.

Además de lo de siempre (nombres curiosos como Sotoca y Proubasta, gente que hace más de 10 años que dejó la universidad, gallegos que quieren trasladarse a Bcn con los 400 euros que ofrecemos) se está produciendo un fenómeno curioso: sólo consigo entrevistar a chicos rubios.

A ver, cuando hago la primera criba de CV, intento coger chicas, porque soy la única mujer. Es difícil cuando de cinco que llegan, cuatro son hombres, pero lo intento. Cuando llamo, las opciones todavía se reducen más, de manera que al final sólo consigo llegar a entrevistar a uno o dos, y cuando aparecen, porque en la mayoría no hay fotos, ya ni les preguntan si vienen por la entrevista. Chico rubio con traje y cara de nervios que ven, posible bequi.

El tema no sería preocupante si no fuera porque todos los abogados que estamos ahora en el despacho somos rubios. Piel clara, ojos claros, pelo rubio. El socio se deja las canas, pero tambien era rubio.

Los economistas, casualmente todos morenos, empiezan a acusarme de racista y a mirarnos mal.

Pronto lo harán también los clientes, y les entiendo: si se dejan llevar por el tópico, resulta que les está asesorando un grupo de tontos.