27 jul 2009

Papito, qué rico!


50 años de vida y 30 de música, sale al escenario y lo llena sólo agitando las caderas.
Dos horas saltando, cantando, gritando, dando palmas, bailando; en resumen, disfrutando como una loca.
Y ahora lunes, más lunoso que nunca.

24 jul 2009

In memoriam


Ramon, en El Pais, como muchas veces, ha sabido plasmar en una imagen el horror, la rabia, la tristeza y la impotencia que sentimos muchos ante la ola de incendios, las muertes y la destrucción que están causando.
Me afecta especialmente lo que ha ocurrido en Horta de Sant Joan. No sólo porque pienso en esos 6 bomberos y se me eriza el vello, sino porque es un lugar que conozco bastante bien, sobretodo la Fonda Miralles, donde he comido de maravilla y hasta he ido de boda.
Todavía no está claro lo que ha pasado en ninguno de los incendios. Si ha sido la naturaleza habrá que aguantarse; pero si han sido, no sé como llamarles, porque personas o seres humanos me parece una palabra demasiado buena para ellos, sólo espero que caiga sobre ellos el peso de la ley y el de la desgracia, que recojan con creces lo que han sembrado.

Imbuirse de la isla


Hacía mucho tiempo que no tenía vacaciones de sol y playa, y aún más que no me escapaba con un grupo de amigas. La experiencia ha sido tan buena que ahora aún me cuesta más estar encerrada en las cuatro paredes del despacho. No tengo ventana, pero hay días que casi lo prefiero, porque si viera la calle tendrían que atarme a la silla para que no huyera.
No sé qué tiene las islas, pero llegas a una, y te contagias, te "imbuyes" de su espíritu y hasta te transformas.
En septiembre, si puedo, me piro a otra. Quiero otra vez días en los que lo único que me precocupe sea qué bikini me pongo y qué pido en el chiringuito.

2 jul 2009

Huellas de orejas en mi puerta

Después de 33 años cerrando la puerta de casa de un golpe, el sábado mi teoría de "no paso la llave, que total si quieren entrar, entrarán y sólo conseguiré que me destrocen la puerta", se vio arrasada.
Unos individuos o individuas (no sé por qué siempre pensamos en ladrones masculinos y hay de todo en la viña del señor) quisieron entrar, y entraron. Registraron mis bolsos, mis cajones, mis estanterías, mis armarios y mi joyero, y desparramaron todo su contenido por el suelo. Supongo que les hubiera hecho ilusión encontrar euros frescos y que se hubieran ahorrado el esfuerzo si hubiese colgado en la puerta el letrerito de "Estimados/as cacos/as. No hay un euro en efectivo en toda la casa. No hace falta desordenarla más de lo que ya está. Gracias".
A pesar del disgusto de buscar en vano, fueron amables y no se llevaron ni mi portatil ni mi bisutería más preciada (sentimentalmente hablando) y tampoco destrozaron nada.
Desde aquí, se lo agradezco publicamente, y les adelanto, que a partir de ahora, he decidido pasar la llave con dos vueltas, que puestos a que me destrocen la puerta, al menos que les cueste un poco más.