16 feb 2007

Taza rota

Al llegar a casa me he encontrado una sorpresa: una de mis tazas favoritas, que me traje de mis vacaciones-curso en París, estaba en el suelo hecha pedazos.
Primero me han atacado el desconcierto y las preguntas idiotas: ¿pero ha entrado alguien en casa? ¿estaba viva la taza y ha decidido emular a Erika? ¿estaba esto así esta mañana y voy tan dormida que no lo he visto?
Después me he acordado de donde y cuando la compré. De ese estanco-casa de souvenirs varios que había al lado de la Ecole Accord, de que Angela y Mary me estaban esperando fuera mientras la compraba, de que dudé entre los muchos modelos y escogí conmo era de esperar los gatos, de que tenía ganas de gastar porque acababa de saber que me subían el sueldo, ....
Sé que sólo era una cosa, perecedera y de poco valor económico, y que lo importante son los recuerdos que me traje de esos 15 días, pero aún y así, estoy un poquito triste, porque mi café de la mañana ya no será au lait.

2 Comments:

Blogger la gata said...

No es el valor económico sino el sentimental, aquello que significan. El cómo se adquirieron, el quién o el con quién.
No es una tontería.

19/2/07, 18:09  
Blogger Unknown said...

No será au lait pero será au chirchit.

Muaks

20/2/07, 0:39  

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